Hoy en día, parece ser muy fácil encontrar información en internet acerca de infinitas dietas y trucos alimentarios: para bajar de peso, suavizar la piel, darnos energía para los miles quehaceres que tenemos las mujeres a diario, y mucho más.
El problema es que mucha de esta información que encontramos en internet no es confiable. No todas las mujeres tenemos las mismas necesidades alimentarias y nutricionales. No todas las mujeres tenemos el mismo metabolismo. Además, no todos nuestros cuerpos responden de la misma forma a los alimentos.
Entonces, ¿qué debemos hacer para mantenernos saludables? Respondemos esa pregunta a lo largo de este blog.
¿Qué es una buena nutrición?
Es importante que las mujeres sepamos que la buena nutrición no se trata de alcanzar un cuerpo “ideal” como los que aparecen en las vallas y pasarelas; estos cuerpos son irrealistas para la mayoría de mujeres (y si se intenta alcanzar por medios extremos, puede causar problemas en la salud).
La buena nutrición se trata de adoptar un patrón alimentario que responde a las necesidades de nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo debe usar muchos de los elementos, llamados nutrientes, que se encuentran en lo que comemos para energía, para construir músculo, para asegurar que nuestras células puedan comunicarse entre sí, y miles de funciones más. Si a corto o a largo plazo no ingerimos la cantidad adecuada de cada nutriente o si los sobre consumimos, podemos enfermarnos.
Por esto mismo, la nutrición adecuada es la clave para mantenernos saludables. Si tú no tienes una complicación en su salud, comer lo adecuado no debe ser complicado. No hay necesidad de seguir una dieta estricta, sino comprender más acerca de los alimentos que estás eligiendo.
Abajo te presentamos 5 tips de nutrición que te ayudará a siempre mantenerse saludable.
1.No busques calorías, busca nutrición
Es muy común que lo primero que miramos al escoger una comida en el supermercado es la etiqueta nutricional. Muchas veces esto no es para ver el contenido de grasas, proteínas, y vitaminas y minerales, sino para ver las calorías. Buscamos alimentos que tengan la menor cantidad de calorías posible. ¿Tiene esto sentido?
Nuestro cuerpo necesita energía para funcionar. La medida de energía que usamos en la dieta humana es justamente la caloría.
El problema no necesariamente es la cantidad de calorías que contiene un alimento, sino si el alimento aporta algo más que calorías. ¿Contiene grasas saludables (monoinsaturadas y poliinsaturadas)? ¿Contiene vitaminas y minerales? ¿Contiene fibra?
Para aprender qué más debes estar buscando en los rótulos de los alimentos, puedes enterarte de los valores diarios de nutrientes en la Norma Técnica Ecuatoriana del Servicio Ecuatoriano de Normalización.
2.Realiza Actividad Física
Parece no estar relacionado a la nutrición, pero nuestro nivel de actividad física afecta la forma en que nuestros cuerpos utilizan los nutrientes que ingerimos. La actividad física es esencial para la salud de nuestro corazón, músculo, cerebro, y los demás órganos de nuestro cuerpo. Al realizar por lo menos 150 minutos de actividad física a la semana ( 30 minutos al día , 5 dias a la semana), estaremos tomando pasos importantes para prevenir la obesidad y enfermedades crónicas relacionadas a la nutrición, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
3. Come frutas y/o vegetales en todas las comidas
Las frutas y vegetales son de las mejores fuentes de fibra, de vitaminas y minerales, los cuales ayudan a proteger nuestro corazón y sistema digestivo. Las vitaminas y minerales son componentes importantes que no proveen energía, pero si son esencial para el adecuado funcionamiento del cuerpo y todas sus células. Tienden a ser bajas en calorías, lo cual ayuda a mantener un peso saludable.
4.Si tienes una duda, pregunta
Si te sientes mal o crees que tienes una sensibilidad o alergia alimentaria, no te quedes con la duda. Puedes hacer una cita con una nutricionista para hablarle acerca de tus metas de salud y hábitos alimentarios actuales para que pueda identificar la causa, si son nutricionales, y hacerte recomendaciones saludables y realistas.
5. No automedicarse ni seguir una dieta que no sea recomendada por un especialista.
Tomar una dieta de una amiga o auto-recetarte diferentes fármacos es lejos de ser la opción correcta. Cuando haces cualquier cambio drástico en tu alimentación debes poder contar con un(a) nutricionista, quien revisará tus antecedentes personales, factores de riesgo, peso actual, actividades diarias y necesidades alimentarias y en base a esta información elaborará el mejor plan nutricional para ti.
En el mercado existen múltiples productos de belleza y fármacos que prometen reducciones dramáticas de peso y medidas. Es importante que todo esto sea evaluado por un profesional de la salud antes de utilizarlo. Muchos de estos productos no tienen registros sanitarios, ni cuentan con los registros que garanticen su efectividad y uso en humanos sin riesgos para la salud.
Mientras nos ocupamos con decenas de quehaceres a lo largo del día, es importante tomar un tiempo para cuidarnos a nosotras mismas. Pongamos atención a lo que comemos y a como nos hacer sentir. Además, el hacer ejercicio como actividad complementaria a la alimentación, estaremos haciendo lo mejor para nuestra salud.