La luz azul es esencial para la visión del color. Además, estudios recientes han descubierto que la luz de esta franja desencadena respuestas fisiológicas esenciales, como la constricción de la pupila y la sincronización del ritmo circadiano que controla el sueño.
Sin embargo, la luz azul también puede resultar dañina para el ojo, pues puede ser peligrosa para estructuras críticas dentro del ojo.
La luz azul puede provocar la formación de especies tóxicas reactivas al oxígeno que causan daños fotoquímicos y conducen a la muerte de las células del epitelio pigmentario retiniano (EPR) y también de los fotorreceptores. Este proceso lento, en el que el daño se acumula durante toda la vida, se ha relacionado con la causa de enfermedades degenerativas de la retina como la degeneración macular asociada a la edad.
La exposición de los ojos a la luz azul ha aumentado drásticamente en los últimos años debido, fundamentalmente, a tres causas:
1) Aumento de fuentes de luz artificial
Las fuentes de luz artificial emiten en la banda de longitudes de onda de la luz azul más nociva para la retina. La luz visible de los LED y las pantallas de diferentes dispositivos (Smartphones, Tablets, ordenadores…) tiene un porcentaje mucho mayor de luz azul que las luces naturales.
2) Mayor uso de dispositivos electrónicos
El uso de luces LED y de dispositivos electrónicos se ha multiplicado en los últimos años. Según un estudio de la Fundación Telefónica, un usuario de Smartphone mira su teléfono móvil unas 150 veces al día. A esto hay que añadirle las miradas a la pantalla del ordenador, a la tele, a la tablet. Además, estos dispositivos se usan en distancias cortas, muy cerca de los ojos, lo que aumenta el grado de exposición.
3) Falta de mecanismos fisiológicos de compensación
La irrupción de los dispositivos electrónicos que emiten tanta cantidad de luz azul se ha producido en muy poco tiempo, sin dejar tiempo suficiente para que el organismo desarrolle mecanismos fisiológicos de compensación para protegerse.
El hecho de que la luz azul sea a la vez beneficiosa y nociva plantea una cuestión crítica: ¿podemos proteger el ojo de la luz azul perjudicial sin negarnos la luz azul que necesitamos fisiológicamente?
Una manera de conseguirlo es con un lente que filtre selectivamente las longitudes de onda dañinas y transmita las beneficiosas.
¿Cómo funcionan los lentes con filtros bloqueadores de luz azul?
- Estos lentes reducen y atenúan las longitudes de onda perjudiciales de la luz azul.
- Al reducir, sin bloquear totalmente, la transmisión de sólo una estrecha franja de luz azul, se mantiene una excelente transmisión del color y transparencia, ofreciendo una claridad de visión superior.
- Como los efectos dañinos de la luz azul se acumulan, llevar este tipo de lentes puede ayudar a proteger el ojo reduciendo la exposición a la luz azul perjudicial a lo largo de la vida.
¿Cómo prevenir daños causado por la luz azul?
Hay pruebas científicas que apoyan la tesis de que la luz azul de alta energía es perjudicial para la retina y que reducir la exposición a las longitudes de onda más tóxicas de esta luz es beneficioso.
En la actualidad, la dispensación de productos ópticos recae cada vez más en el médico, y los optómetras ya no dudan en hablar sobre el tipo de gafas o lentes y hacer recomendaciones específicas a los pacientes. Esto es positivo porque el consultorio de optometría es el lugar perfecto para educar a los pacientes sobre el riesgo de la luz azul y explicarles cómo protegerse mejor.
Para responder a la creciente necesidad de protección contra la exposición creciente a la luz azul, fabricantes de lentes han introducido el Smart Blue Filter, que proporciona protección integrada contra la luz azul dañina mientras que permite que la luz azul beneficiosa pase a través de un lente estéticamente claro. Esta innovación del producto significa un avance importante porque la mayoría de la luz azul y productos de protección UV disponibles son un revestimiento aplicado a la superficie de la lente que tiene un color obvio.
Es importante seguir las recomendaciones que la evidencia actual proporciona sobre los beneficios de la nueva tecnología en lentes para evitar los efectos dañinos de la luz azul. Cada vez son más los profesionales que prescriben este tipo de lentes que proporcionan una herramienta para que los pacientes se protejan de las longitudes de onda nocivas del espectro azul.