Uno piensa que cuidar el corazón es algo de personas de edad avanzada. Es muy raro escuchar que un joven de 20 años evite comer una hamburguesa y papas fritas porque se está cuidando de su corazón, ¿no?
Sin embargo, por lo general, los problemas del corazón y el resto del sistema cardiovascular son completamente preventivos. Normalmente las enfermedades cardiovasculares se dan a una edad avanzada por una falta de cuidado en la primera mitad de nuestra vida. Entonces, ¿desde qué edad es importante cuidar el corazón y qué debemos hacer para cuidarlo?
En seguida lo descubrirán.
¿Cuáles son las enfermedades el corazón y cómo se dan?
Cuando hablamos de enfermedades del corazón, es una forma coloquial de decir enfermedades cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares se deben a trastornos del corazón y los vasos sanguíneos. Entre ellos destacan:
- las cardiopatías coronarias (ataques cardiacos);
- las enfermedades cerebrovasculares (apoplejía);
- el aumento de la tensión arterial (hipertensión);
- las vasculopatías periféricas;
- las cardiopatías reumáticas;
- las cardiopatías congénitas; y
- la insuficiencia cardiaca.
El sistema cardiovascular incluye el corazón, las venas, las arterias, y los capilares. Es sumamente importante para la vida porque transporta sangre, agua, oxigeno, vitaminas, minerales y otros elementos esenciales a todas partes del cuerpo.
Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan alguna o varias de estas partes. Como el sistema cardiovascular transporta sustancias esenciales al resto del cuerpo, cuando está enfermo el corazón, las venas o las arterias, puede afectar también otras partes del cuerpo.
Algunas de las enfermedades cardiovasculares incluyen:
- Cardiopatía coronaria (CDH, por sus siglas en ingles). Esta es una de las enfermedades más comunes, y se da cuando se acumula placa en las arterias que llevan sangre al corazón. Esto puede bloquear el ingreso de sangre, y el corazón no recibe lo que debe. La consecuencia, muchas veces, es un ataque cardíaco.
- Arteriopatía periférica. Es similar a la cardiopatía coronaria, pero en vez de bloquear el flujo de sangre al corazón, la placa en las arterias bloquea el flujo de sangre a las piernas y los pies. Estos bloqueos pueden causar daños irreversibles en los nervios.
- Insuficiencia cardíaca. Muchas veces se da por una cardiopatía coronaria o presión alta descontrolada. Los músculos del corazón se vuelven débiles y no puede bombear sangre lo suficientemente fuerte al resto del cuerpo.
- Arritmias. Ocurre cuando el corazón no pulsa al ritmo que debe. Se puede dar después de un ataque cardíaco o por otra enfermedad.
- Hipertensión. Esto es otro nombre para la presión arterial alta. Se debe controlar de forma temprana con dieta y ejercicio (o intervención farmacológica, si lo recomienda tu médico), porque un precursor de otros problemas cardíacos.
- Cardiopatía congénita. Esta se distinta a las demás enfermedades mencionadas debido a que está presente al nacer. Afecta la estructura y funcionamiento del corazón.
Para todo esto, en seguida la respuesta a tu pregunta.
¿Cuándo debo empezar a cuidar mi corazón?
La respuesta es que siempre debes cuidar tu corazón. Si estás consciente que realmente no has puesto mucha atención a tu dieta y tus hábitos de ejercicio, el momento de empezar es ahora. Debes asegurar que tus tiempos de comida sean ricos en frutas y verduras, granos enteros, proteínas bajas en grasa, y aceites saludables (como las nueces, los aguacates, y el aceite de oliva).
También debes limitar las comidas rápidas, los alimentos ricos en sal azúcar y preservantes, las harinas refinadas, el alcohol y el pan blanco.
Si fumas, es esencial que lo dejes lo más pronto que puedas. Este es el mayor riesgo para tu salud cardiovascular.
Además, el ejercicio es fundamental para mantener sano tu corazón, venas, y arterias. El movimiento de sangre y el bombeo más fuerte de tu corazón mantiene la salud de tu sistema cardiovascular en las mejores condiciones, y también transporta más eficientemente los nutrientes a todas las células de tu cuerpo. Los beneficios de ejercicio regular son muchos, pero para aprovechar de ellos, debes realizar por lo menos 150 minutos de ejercicio leve, o 75 minutos de ejercicio anaeróbico a la semana para mantener sano tu sistema cardiovascular.
Si eres padre o madre, las recomendaciones para tus hijos son los mismos. Sólo porque un niño o adolescente tiene el metabolismo rápido y se mantiene delgado, no significa que su sistema cardiovascular esté sano. Los buenos hábitos son de los mejores regalos que puedes darle a tu hijo ya que le ayudará a tener salud por el resto de su vida.
Recuerda siempre de la importancia de realizar un chequeo médico anual para asegurar que no haya señal de alguna enfermedad cardiovascular en desarrollo.