La relación entre alimentación y salud siempre ha sido un tema de preocupación e investigación para los profesionales de la medicina. En un principio, quizás las prioridades científicas estaban más enfocadas en tratar de curar a los pacientes. No fue hasta después de 1960 que los investigadores comenzaron a desarrollar algunas teorías, que luego se convirtieron en estudios más profundos, sobre la relación de la alimentación y algunas enfermedades. Además, comenzaron a identificar cualidades potencialmente terapéuticas de ciertos alimentos. Hoy sabemos que gracias a una dieta adecuada podemos tener una vida más saludable.
Pero, quizás te estés haciendo algunas preguntas como qué es hacer dieta, si las dietas siempre están relacionadas con perder peso o si se relacionan con consumir los alimentos apropiados para nosotros, entre otras cosas. A continuación encontrarás algunos detalles importantes sobre lo que representa hacer dieta y su relación con tener buena salud.
Qué es hacer dieta
Cuando pensamos en la frase “hacer dieta”, en general, la relacionamos directamente con bajar de peso, pero elegir lo que vamos a comer es mucho más que eso. Sin duda, tener el peso apropiado para nuestra contextura, condición física y edad es la situación ideal para estar saludable. Por eso, las dietas tienen mucha más importancia de la que creemos. Para comenzar a comprender mejor cómo tenemos que cuidar nuestra salud a través de la alimentación, es indispensable identificar los mitos y verdades de hacer dietas.
Mitos y verdades
El concepto de los mitos relacionados con las dietas se refiere a los consejos que se hacen muy populares, sin tener un respaldo científico. Algunos de los llamados mitos realmente lo son, mientras otros tienen algo de verdad, por lo cual es útil conocer más detalles sobre ellos para no caer en la trampa de seguir recomendaciones que podrían no ser nada beneficiosas para la salud.
- Reducir la cantidad de carbohidratos que se consume para poder bajar de peso: Realidad. Los carbohidratos se presentan en diferentes formas y están incluidos en una gran cantidad de alimentos que van desde las galletas y caramelos hasta las frutas y verduras. De acuerdo con las recomendaciones médicas, lo esencial es reducir (no eliminar) la cantidad de carbohidratos simples, que son aquellos que se descomponen rápidamente en el organismo, por ejemplo, harina de trigo, arroz, lácteos y sus derivados, legumbres y hortalizas y algunas frutas, entre otros. Por otro lado, es importante consumir los carbohidratos complejos, que se digieren más lentamente, por lo que la energía que necesitamos se mantiene más tiempo en el organismo. Algunos ejemplos de los carbohidratos complejos son las harinas integrales, frutos secos, la mayoría de las verduras, algunas frutas, y semillas, entre otros.
- Comenzar una dieta los lunes es mejor: Mito. Este mito es la clásica excusa que nos imponemos para postergar el momento de abordar un plan de dieta o comenzar a alimentarnos de forma más saludable. En realidad, elegir con cuidado los alimentos para la próxima comida es una decisión que se puede dar en cualquier momento de la semana, solo es necesario pasar del pensamiento a la acción.
- Omitir el desayuno nos hace comer más durante el día: Realidad: Comenzar el día con un buen desayuno nos ayuda a no comer bocadillos poco saludables entre las comidas principales.
- Comer cantidad ilimitada de alimentos “light” porque no engordan: Mito. Comer sin control productos bajos en calorías o grasas, generalmente clasificados como “light” o “dietéticos”, no es para nada saludable y estos alimentos pueden hacernos ganar peso de la misma manera que cualquier otro alimento que contiene más calorías.
- Para mantener un peso saludable es necesario eliminar las pastas y el pan: Mito. Esta creencia popular surge de la idea de que para bajar de peso es necesario eliminar totalmente los alimentos que contienen harina de nuestra dieta, lo que no es verdad. Los carbohidratos son fuente de energía y resistencia, por lo que es importante consumirlos pero en la cantidad apropiada para cada caso.
- Además de tener un plan de alimentación saludable, hay que hacer ejercicio: Realidad. De hecho, realizar ejercicio físico de acuerdo con nuestras posibilidades es saludable, más allá de la necesidad de bajar de peso. Lo que no es saludable es tener una vida sedentaria.
Conclusión
Hacer dieta conlleva un cambio de actitud sobre los alimentos que ingerimos y el ejercicio físico que realizamos. Cuando existe una decisión de cambiar los hábitos para estar más saludables, la mejor opción es consultar con un profesional de la salud de confianza (ya sea el médico especialista o un nutricionista) para saber cómo comenzar de acuerdo a nuestra condición física en particular, sin caer en los peligros de las dietas que se dicen milagrosas. Sin duda, la dieta para una persona diabética no será igual que para una persona que padece hipertensión u otra que no tiene ninguna enfermedad. Desde luego, comer de manera saludable siempre va a ser la opción más positiva para todos nosotros.