En la actualidad, no tenemos dudas de que la sexualidad humana no se reduce solo a las relaciones sexuales y a elegir cuál es el mejor método anticonceptivo, sino que también abarca las emociones y la salud sexual integral de las personas. Por lo tanto, es indispensable que nos preguntemos qué es asumir una sexualidad responsable en todas las etapas de la vida.
¿Qué significa ser sexualmente responsable?
En primer lugar, es importante que recordemos que ser responsable es poner cuidado y atención en lo que se hace o decide, de acuerdo con la definición del diccionario de la Academia Real Española. Si pones atención a esta definición verás que tienes el concepto base ante cualquier situación de la vida en la que se debe ser responsable, inclusive tu sexualidad.
Asumir una sexualidad responsable es cuidarse y cuidar al otro. Por ejemplo, tomar decisiones sobre tu propia sexualidad sin dejarse influenciar por otras personas o por los efectos del alcohol o las drogas. Asimismo, la responsabilidad está también en saber cómo se utilizan los métodos anticonceptivos y se previenen las enfermedades de transmisión sexual.
Para esto todos necesitamos educación que debemos encontrar en el núcleo social más importante que es la familia y también en los ámbitos educativos y sanitarios.
La situación en Ecuador
Educar y hablar sobre una sexualidad responsable ha sido difícil durante muchos años en Latinoamérica por diferentes factores como las ideas políticas, las creencias religiosas, las tradiciones de cada país y la situación económica, entre otros. Este contexto que se ha repetido demasiado en la mayoría de los países de América del Sur conlleva en muchas ocasiones a situaciones difíciles, que cambian la vida de miles de jóvenes que enfrentan embarazos no deseados, abortos y enfermedades de transmisión sexual. Ecuador no es una excepción y los jóvenes ecuatorianos se ven inmersos en una realidad en la que necesitan una educación consistente para vivir su sexualidad de forma responsable.
La constitución política del Ecuador incluye dos artículos relacionados con la salud sexual, el artículo 32 y el artículo 247 en donde se especifican las responsabilidades del Estado con respecto a garantizar que todas las entidades educativas impartan dentro de sus áreas curriculares, educación sexual. Asimismo, en el año 2017 se lanzó el Plan Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva que tiene varios objetivos muy importantes, entre los que se destacan promover la inclusión, la igualdad y el respeto en el marco de la salud sexual y reproductiva. En estos conceptos se incluyen el embarazo adolescente, el acceso a métodos anticonceptivos, el aborto, la muerte materna y las enfermedades de transmisión sexual con más prevalencia en algunas zonas del país como VPH (Virus del Papiloma Humano), VIH/SIDA; gonorrea, sífilis, clamidia y tricomoniasis, entre otras. Naturalmente, todos los planes de prevención y cuidados apuntan a mejorar la situación de las personas infectadas y a prevenir más casos, no solo de estas enfermedades, sino también de otras que se presentan bajo las mismas circunstancias de transmisión sexual, como por ejemplo la hepatitis B.
Campaña de Prevención de Embarazo en Niñas y Adolescentes para el Sistema Educativo
En el año 2018, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Inclusión Económica y Social de Ecuador presentaron la Campaña de Prevención de Embarazo en Niñas y Adolescentes para el Sistema Educativo cuyo objetivo principal es que todos los adolescentes tengan acceso a la educación, la información y a los servicios de salud reproductiva y sexual que necesitan para poder tomar sus decisiones de forma libre e informada.
Aunque el objetivo principal es la educación preventiva en los ámbitos que los jóvenes frecuentan, la información, los servicios sanitarios y la asesoría profesional están también disponibles en los centros de salud para prevenir enfermedades y ofrecer las herramientas educativas que necesitan.
Cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual
Más allá de las molestias inmediatas que algunas enfermedades de transmisión sexual pueden causar al principio, pueden convertirse en un problema de salud muy grave si no se tratan adecuadamente, por lo que la prevención es indispensable. Algunas de las medidas que puedes tomar para prevenirlas son:
- Usar preservativos (femeninos o masculinos) para todo tipo de relación sexual.
- Vacunarse (bajo supervisión médica) contra las enfermedades de transmisión sexual para las que hay vacunas disponibles (por ejemplo, VPH y hepatitis B, entre otras).
- No compartir material que pincha o corta con otras personas.
- Usar material descartable para perforar la piel (tatuajes, perforación de las orejas, etc.).
- Evitar tener relaciones sexuales con parejas anónimas o desconocidas.
Conclusión
Básicamente, pasar de la normativa a la práctica lleva tiempo, pero esto no significa que cada día todos los integrantes de la sociedad que tienen más responsabilidad sobre el bienestar de los ciudadanos no trabajen para lograr pasar a la práctica mucho más rápidamente, y que en este caso los jóvenes puedan vivir una sexualidad responsable porque tienen la educación y el apoyo social y sanitario para hacerlo. Por eso, es importante que busques ayuda calificada (tu médico, tu familia) cuando tengas dudas o no sepas cómo vivir tu sexualidad de manera responsable, ya que de esta forma evitarás creencias erróneas que no hacen más que perjudicar tu salud sexual.